Las siglas NFC se refieren a “Near Field Communication“,
que significa algo así como “Comunicación de Campo Cercano”, una
traducción literal que nos indica que se trata de un sistema de
comunicación de corto alcance.
Esta tecnología utiliza la banda de 13,56 MHz,
por lo que en efecto su alcance es muy limitado ya que no supera en
ningún caso los 20 cm, pero a cambio permite la comunicación instantánea
entre dos dispositivos pudiendo llegar a una velocidad máxima de 848 Kbit/s.
Dentro de la tecnología NFC debemos distinguir también dos modos de funcionamiento, el activo, donde ambos dispositivos con chip NFC intercambian datos y generan campos electromagnéticos, y el pasivo,
en el que sólo uno de los dos genera un campo electromagnético, que
será aprovechado para transmitir datos a otro que los recibe (lectores).
Su uso es muy sencillo, ya que basta con juntar dos dispositivos con chip NFC para
que se establezca la comunicación entre ellos. El rango en el que se
establece la comunicación es muy pequeño, por lo que la misma resulta
bastante segura.
Bien, ¿y para qué sirve? Pues sus usos concretos son muy variados, ya que podemos utilizarla para labores de identificación e incluso pagos con nuestro teléfono móvil, pero también para la transmisión o recogida de datos y compartir la contraseña de nuestro WiFi.
En el sector de la impresión facilita un trabajo seguro, ya que la tecnología NFC puede actuar como sistema de identificación de usuarios y mantiene, además, la señal lejos del alcance de cualquier tipo de interferencia o intento de crackeo.
No hay duda, la
tecnología NFC plantea muchas posibilidades, y por ello HP ha decidido
ofrecer a todos sus clientes la posibilidad de acceder a ella en el
sector de la impresión, gracias al accesorio HP 1200w NFC/Wireless.